La Muralla China, Viajar a Pekín. Una de las maravillas del mundo, la gran muralla china además de ser una de las construcciones más colosales de la historia, es también uno de los mayores cementerios por la de obreros que murieron construyéndola y por las batallas y ataques mongoles que sufrió durante siglos. Por tanto la Gran Muralla China es una de las fotos que hay que sacarse de manera obligatoria cuando uno decide viajar a Pekín.
De sus más de 6.000 kilómetros de extensión hay unos pocos kilómetros que están dedicados exclusivamente al turismo, mientras que otros tramos están en estado de abandono comidos por la vegetación o incluso en ruinas, habiendo partes que incluso la población autóctona ha tomado piedra de la muralla para construir sus propias casas.
A la hora de visitarla tenemos dos opciones, ir por nuestra cuenta o contratar una excursión que normalmente se podrá hacer en la recepción del hotel en el que nos hospedemos. Sin que sirva de precedente, en este caso recomiendo la excursión contratada ya que los precios son bastante buenos e incluyen la comida, y, al estar la muralla fuera de Pekín, llegar hasta ella es complicado, costoso y lo normal es que no contéis con guía.
En cuanto a las visitas tenemos tres zonas clásicas donde poder acudir dependiendo de nuestra condición física, de nuestro bolsillo y de si buscamos zonas restauradas o más originales.
El sector más visitado es el de Badaling. Es facilmente transitable y está a mi juicio demasiado masificado por lo que si se busca tranquilidad no es un lugar muy recomendable. Por su parte suele ser el destino más económico en los packs que se ofrecen al turista pudiendo acudir desde su hotel con guía y comida incluida por un precio aproximado de 180 yuanes (21 euros). La zona se encuentra a 80 Km de Pekín y su estado de restauración es prácticamente perfecto. En la zona de aparcamiento y en los pies de la montaña hay numerosos puestos de venta de souvenirs ideal para comprar algún recuerdo para la familia o amigos. Recuerda regatear siempre y mucho, hasta llegar mínimo al 20% del precio inicial.
Otro sector muy recurrido es el de Mutianyu. El número de turistas es considerablemente menor, pero requiere una mejor condición física, sobre todo en verano por el intenso calor o en invierno por el hielo que se puede acumular sobre el pavimento de la muralla que puede llegar a resultar muy resbaladizo. El precio suele ser algo mayor y situarse en torno a los 220 yuanes (26 euros) a los que le hay que sumar 80 (10 euros) si quieres que un telesilla te suba desde el parking hasta la propia muralla que sobre todo en verano se agradece y mucho. Del mismo modo a los pies de la montaña hay multitud de puestos de souvenirs. El estado de conservación de la muralla en este tramos es muy bueno y la restauración contemporánea ha sido mucho menor que en el primero de los casos
El último tramos del que hablaré será el de Simatai, un tramo totalmente real sin ser casi restaurado y bien conservado. Se encuentra a 140 Km. de Beijing y su precio suele rondar los 320 yuanes (38 euros). Se requiere buena condición física por ser un lugar mucho menos accesible que los mencionados anteriormente, si tu presupuesto te lo permite y tu condición física también, este tramo es sin duda alguna la mejor opción
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